Cuáles son los FACTORES para OPTIMIZAR un Programa de PC
Seguro que quieres optimizar cuanto antes y mejorar el rendimiento de la mejor forma posible pero, como suelo decir, hazlo de forma inteligente.
La solución no es configurarlo todo y aplicar una optimización completa a saco, ya que en determinados casos ciertas técnicas no serán necesarias o no marcarán una diferencia. Por ello, aquí te traigo los factores a tener en cuenta y que te indican la necesidad de optimización de los programas en tu ordenador.
Factores de Optimización:
- El tiempo de ejecución
- El uso de la Memoria RAM
- El almacenamiento en disco duro
- La potencia gráfica necesaria que requiere el programa
- El ancho de banda de Internet que consuma
- El consumo de energía por parte de los componentes
Efectivamente, son varios elementos los que debes de tener en cuenta para saber cuándo necesitas optimizar. Y ahora viene lo bueno, las soluciones (o algunas de ellas) de optimización a aplicar si tu PC te lo pide:
- Activar la Programación de GPU Acelerada por Hardware. Esta función es maravillosa, ya que aumenta la potencia gráfica destinada a ese programa que tan mal te funciona (sobre todo en casos de videojuegos o programas multimedia o de edición pesados). Si no aplicamos esta configuración, posiblemente el programa tire más del procesador que de la tarjeta gráfica, desaprovechando el rendimiento de esta, pudiendo empeorar su funcionamiento.
- Aumentar la prioridad del proceso respecto a la CPU. Esta técnica es buena si el programa que nos da problemas resulta que tiene una prioridad baja en el sistema (esto podemos comprobarlo en el administrador de tareas). Windows no siempre sabe qué tan importantes son los programas que abrimos, por lo que hay momentos en los que tenemos que indicarle manualmente que queremos destinarle más recursos a un proceso en concreto que de normal.
- Gestionar el ancho de banda de Internet. Si el problema que tiene el programa es que consume demasiado ancho de banda, puedes gestionarlo con un programa llamado NetBalancer, con el que podrás cambiar la prioridad de Internet del proceso, parecido a lo que hemos hecho en el punto anterior con la CPU.
- Limpiar la caché de la Memoria RAM. Esto es algo malo si no lo haces bien. La caché de la RAM es una memoria necesaria que debe utilizarse sobre la utilización del sistema. Es lo que hace que, a la larga, los programas funcionen mejor, más fluido. Pero por otro lado es malo si llega a ocupar gran parte de la RAM. Es por esto que, si llegas a tener la memoria muy ocupada por la caché, si te recomiendo vaciarla. Esto se puede conseguir apagando el ordenador y volviéndolo a encender, o con programas, por ejemplo Memory Reducer.
- Recomendación: No utilices programas que vayan vaciando automáticamente la caché llegado cierto punto, porque eso es lo perjudicial. Hazlo tú manualmente cuando lo veas extremadamente necesario.
- Archivar las aplicaciones del disco duro. Esto es una característica propia de Windows 11 únicamente, al menos por el momento, cuya técnica llamo “Archimización”. Consiste en activar la función de archivar aplicaciones, lo que consigue ahorrar almacenamiento en el disco duro archivando, y por consiguiente minimizando el almacenamiento que ocupan, las diferentes aplicaciones que menos utilizas en Windows a lo largo del tiempo. Esto te ayudará a aprovechar mejor la capacidad del disco duro, lo que le beneficiará si vas con almacenamiento muy justo.
- Utilizar la versión Lite del programa que tiene problemas. Por suerte, existen programas que cuentan con varias versiones (siendo gratis), y son las versiones completas y las versiones Lite. Si cuentas con la versión completa, esta es más pesada y conlleva más funciones para cargar que la versión ligera. Te recomiendo probar esta última versión, si te sirve con las características que utilizas de un programa.
- Cambiar y configurar el plan de energía. En Windows existen varios planes de energía, cada cual con un propósito. La diferencia radica (tal y como indica su nombre) en la cantidad de energía que le otorga la fuente de energía, ya sea la PSU o la batería (en caso de un portátil o laptop), a los demás componentes. Entendiendo esto, te recomiendo siempre en cuanto a rendimiento tener activado el plan llamado “Alto Rendimiento”, y tenerlo bien configurado. De esta manera, los componentes tendrán toda la energía necesaria para funcionar lo mejor posible, a diferencia de utilizar el plan “Equilibrado” o “Economizador”.
Con esto, sabrás cuándo hace falta optimizar el sistema para mejorar el rendimiento. Recuerda que el PC nos habla, y si sabes interpretar bien lo que te dice, serás capaz de reaccionar y mejorar el estado de este.